Está demostrado que el tratamiento con fisioterapia, mejora notablemente el estado de personas con problemas de salud mental, como podrían ser la ansiedad, la depresión, el estrés o el insomnio. Terapias de relajación, manuales, de conciencia corporal, y especialmente, el ejercicio terapéutico  y la actividad física adaptada, son técnicas muy eficaces para mejorar la vida de personas con alguno de los anteriormente citados problemas mentales.

Sabemos que el estrés es la respuesta que da el organismo ante cualquier situación o estímulo que cree tensión. En esta situación, es posible devolver un respuesta beneficiosa. Es, por ejemplo, el caso de los deportistas, qué se concentran durante periodos de tiempo para conseguir determinados objetivos. Esto se conoce como eustrés. En cambio, si el estrés imposibilita la calma, se conoce como distrés; y puede ser motivo de dolores de cabeza, de estómago, de espalda o de cuello; los cuales son perjudiciales para la salud.

 

Será el fisioterapeuta la persona que evalúe las intervenciones que puedan llevarse a cabo desde el ámbito de la fisioterapia, y si fuera necesario la intervención de otros profesionales para completar el tratamiento. Es por lo tanto el fisioterapeuta, un terapeuta más del equipo multidisciplinar a tener en cuenta en el tratamiento de estas enfermedades mentales.